jueves, 15 de febrero de 2024

SÍNDROME POSTCONMOCIONAL EN TCE

TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO LEVE

Los TCE se clasifican, según su gravedad en traumatismos leves, moderados o graves, en función de la puntuación que alcance el afectado en la escala de coma de Glasgow.

La clasificación sería:

Leve para los pacientes que se encuentren entre 15 y 13 en la escala. 
Moderado para los pacientes que se encuentren entre 9 y 12. 
Severo o grave para los pacientes que tengan una clasificación de 8 o menor.


CONMOCIÓN CEREBRAL 

La conmoción cerebral es consecuencia de un TCE leve. Viene acompañada de una pérdida de consciencia. Habitualmente no encontramos signos debidos a una lesión cerebral precisa o localizada.

CONTUSIÓN CEREBRAL

Se habla de contusión cerebral cuando se encuentran signos focales, es decir, que se pueden localizar uno o varios sitios precisos donde el cerebro ha sido herido. Los riesgos de epilepsia son más elevados en las situaciones de contusión cerebral que en la conmoción.

SÍNDROME POSTCONMOCIONAL

El síndrome posconmocional hace referencia a la aparición de un grupo heterogéneo de síntomas: somáticos, cognitivos y psicológicos, que pueden aparecer y persistir de forma variable después de un traumatismo craneoencefálico (TCE), en general, de leve intensidad.

Criterios para el diagnóstico (DSM-IV)


A. Historia de traumatismo craneoencefálico que causó conmoción cerebral


B. Pruebas objetivas que evidencien deterioro de la capacidad para fijar la atención (concentración, cambio en la focalización de la atención, tareas cognitivas simultáneas) o de la memoria (aprendizaje o evocación de la información) a partir de tests neuropsicológicos o técnicas de evaluación cognitiva cuantificada



C. Hay tres, o más, de los siguientes síntomas después del traumatismo


que duran al menos tres meses:

Fatigabilidad fácil 
Trastornos del sueño 
Dolores de cabeza 
Vértigo o mareo 
Comportamiento irritable o agresivo con o sin provocación 
Ansiedad, depresión o labilidad emocional 
Cambios de la personalidad (p. ej., comportamiento social o sexual inapropiados) 
Apatía o falta de espontaneidad 


Síntomas que pueden aparecen después de un traumatismo craneoencefálico leve e incluidos en el síndrome posconmocional 


Somáticos 

  • Cefalea: tensional, migraña, en racimos, neuralgias occipital, supra e infraorbitarias, secundaria a lesión cervical o de la articulación temporomandibular, debida a lesiones locales y mixta 
  • Disfunción de los pares craneales 
  • Mareo y vértigo 
  • Tinnitus 
  • Pérdida de audición 
  • Visión borrosa 
  • Diplopía 
  • Trastornos en la convergencia 
  • Intolerancia al ruido y a las luces brillantes 
  • Disminución del olfato y gusto 
  • Fatiga 
  • Náuseas 
  • Vómitos 


Psicológicos

  • Irritabilidad e impaciencia 
  • Inseguridad 
  • Ansiedad y depresión 
  • Preocupaciones hipocondríacas 
  • Despersonalización y desrealización 
  • Cambios de la personalidad: apatía, agresividad, labilidad emocional, etc. 
  • Trastornos del sueño (somnolencia en la fase inicial) 
  • Disminución de la libido 
  • Anorexia 
  • Intolerancia al consumo de alcohol 
  • Cognitivos 
  • Trastornos de la memoria 
  • Déficit atencionales 
  • Aumento del tiempo de reacción 
  • Disminución de la velocidad de procesar la información 
  • Incoordinación psicomotriz 



El síndrome postconmocional no aparece en todos los traumatismos leves. Aproximadamente, el 50% de los mismos muestran estos síntomas durante los primeros 3 meses, descendiendo el porcentaje al 33% a partir del tercer mes.

No existe un tratamiento específico para este tipo de alteraciones. El tratamiento, farmacológico, físico y psicológico, debe ser individualizado según las quejas del paciente. No obstante, como recomendaciones comunes destaca un buen descanso y evitar excitantes o depresores del SNC (alcohol, café, tabaco, etc.).


La mayoría de los pacientes con TCE leve regresa a su actividad laboral, aunque aproximadamente un tercio no consigue la reinserción laboral. Las alteraciones cognitivas y conductuales se presentan como los principales factores de riesgo de esta discapacidad laboral.

EVALUACIÓN NEUROPSICOLÓGICA


La evaluación del Síndrome Postconmocional es muy controvertida en cuanto a criterios y pruebas utilizadas. Si nos planteamos objetivos médico-legales tenemos que tener en cuenta aspectos como: discapacidad, valoración del daño cerebral, competencia civil y responsabilidad penal. En definitiva, se trata de detectar lesiones y disfunciones cerebrales, analizar las consecuencias de las lesiones en términos de funcionamiento cognitivo, posibles trastornos de conducta y estado emocional, establecer los objetivos personales del programa de rehabilitación, valorar los progresos en el curso del tratamiento, establecer pronóstico inicial y guiar la posible reorientación profesional. También es útil en evaluaciones médico-legales que sirvan de apoyo a los testimonios o peritaciones judiciales y/o cara a posibles indemnizaciones, así como para investigar la clínica neuropsicológica con el objetivo de confirmar, ampliar o modificar los actuales modelos explicativos del funcionamiento cerebral. 


Cuando hablamos de Síndrome Postconmocional tenemos que evaluar: quejas somáticas, déficit cognitivos y alteraciones conductuales y emocionales. La realización de una Evaluación Neuropsicológica para detectar un SP puede incluir: pruebas de Inteligencia, baterías Generales, pruebas Específicas, autoinformes / cuestionarios y Escalas de Observación conductual.


Las más empleadas son aquellas pruebas, entre otras, que evalúan: 

1. La velocidad de procesamiento de la información y la atención alternante y dividida como por ejemplo: 

- Forma B del TRAIL MAKING TEST 

- STROOP 

- PASAT (Paced Auditory Serial Addition) 

- CTP (Continuos Performance Test) 



2. Pruebas que valoren el aprendizaje y la memoria de material nuevo, flexibilidad mental y razonamiento abstracto: 

- Test auditivo verbal de REY 

- Test de aprendizaje verbal de CALIFORNIA (CVLT) 

- Figura Compleja de REY 

- Test de retención visual de BENTON 

- Test de Clasificación de Cartas de Wisconsin (WCST).


También nos pueden servir de ayuda algunos cuestionarios como el de RIVERMEAD, las estrategias de afrontamiento WAIS COPING, la entrevista semiestructurada elaborada por LEVIN, el test de reconocimiento de dígitos de Portlan (PDRT), European Brain Injury Questionaire (EBIQ).





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